lunes, 14 de enero de 2008

PREPARATIVOS DE AÑO NUEVO


Estoy seguro de que todo el mundo tiene la fantasía de que la fiesta de Año Nuevo en el geriátrico es una lágrima, que solo encontrarán allí una colección de bolsas de huesos con caras de momias, tristes y desahuciadas. Bueno... tal vez no estén demasiado equivocados después de todo, pero habemos algunas bolsas de huesos que hacemos la diferencia.

Debo reconocer que se trata de una época del año muy "movilizante" en la que aquellos que ya atesoramos algunos lustros en nuestro haber caemos en la cuenta de que son muchos más los que no están que los que sí. Es decir: si mi memoria fuese tan potente como mi corazón y pudiera recordar a todas las personas que he querido y/o amado en las últimas décadas, podría establecer una sencilla estadística en la cual el mayor porcentaje ya está muerto.

A este pequeño detalle deberíamos sumarle las disputas familiares. Los que gozan de la ventura de tener hijos suelen presenciar peleas en las que sus vástagos se pelean por ser quienes NO se lleven a su viejo a casa para las fiestas. El caso de los que solo tienen sobrinos lejanos es, quizás, más sencillo. Aunque yo prefiero mi propia situación: la de tener tan solo amigos.

No es menor el detalle del deterioro físico. A muchos viejos les gustaría ahogar sus penas en alcohol o bien ocultarlas detrás de una montaña de hidratos de carbono y grasas saturadas. Muchos hay que igualmente desafían los postulados de la medicina y se atiborran con cualquier veneno que se venda envuelto en un bonito papel con motivo navideño. Del mismo modo, habemos algunos que sobrevivimos.

Si lo vemos desde el punto de vista de las finanzas, el panorama no mejora. La mayoría de los viejos que pasamos nuestros días en el asilo cobramos una jubilación que apenas si alcanza para los remedios. Los que otrora tuvieron tan vez algún buen pasar ya han sido despojados por sus herederos y los que pueden gozar de buen dinero no estçan aquí.

Y ¿para qué seguir con la lista de penurias?

Siempre será mejor ver el lado positivo de las cosas. Por eso este año (como los anteriores) he decidido recibir al 2008 con mis amigos y enemigos de siempre. ¿Existe una mejor manera de iniciar un nuevo ciclo?

Aunque este año tuvimos algunas bajas para la celebración. Doña Jovita fue gentilmente invitada por los papás de sus nietitos postizos y no dudó un segundo en aceptar. Don Francisco amenazó a sus propios hijos con no firmar el poder que ellos necesitaban para vender la casa paterna, si no lo llevaban a conocer a su última nieta. Por último, doña Sofía la pegó con una apuesta importante en la quiniela y se pudo pagar un pasaje ida y vuelta a Montevideo para visitar a una de sus amigas de la juventud (lo que doña Sofía no sabía era que su amiga hace ya cinco años que sufre de Alzheimer y no la reconoció en todo el fin de semana).

Por lo demás, el resto del viejaje nos quedamos acá.

- ¿Qué hacemos para comer? -le pregunté a Patricia el viernes 28 por la noche. Ya todos se habían ido a dormir y a ella le habían confirmado recién esa tarde que tendría guardia el 31.

- Si tenemos que contar con el presupuesto que nos da la jefa, los mismos fideítos hervidos y la sopa de todos los días.

- Eso no es problema. Mañana hago una vaquita entre todos los viejos y vamos a comprar algo.

- Genial. Hacemos pollo al horno con papas y unas ensaladas.

- ¡Claro!!!! Así nos ahorramos las fotos!!!!

Pero Pato no comprendió el mensaje "oculto" y tuve que explicárselo...

- ¡Eso es lo mismo que comimos el año pasado! La mesa va a ser la misma... ¿Por qué no hacemos otra cosa?

- ¿Y qué se le ocurre, Don Artu?

Si no estuviéramos todos tan cagados por el colesterol me encantaría hacer un asado.

- Eso está descartado...

- Además sería muy cruel para doña Leo: con su dentadura (arrasada por la descalcificación)hasta los ravioles le resultan duros...

- ¿Qué le parecen unas ricas tartas? Yo tengo recetas para hacerlas livianas, ricas y sanitas, para que todos puedan comer sin problemas.

. ¡Listo! ¡Me encanta la idea. Pero te vas a tragar toda la tarde junto al horno! ¡Con estos calores!

- T bueh... un sacrificio siempre hay que hacer. Además vengo con Nachito y usté sabe que mi hijo es muy mañero para comer.

- Todo bien. ¿Y para beber?

- En la heladera quedaron cuatro sidras...

- ¿De las que sobraron de Navidad? ¿Esas que compró la jefa?

- Creo que sí...

- Dejá entonces. Yo me encargo de las bebidas. Lo que gasto de más en comprar sidra de la buena me lo ahorro en aspirinas y en sal de frutas.

- El helado se ofreció a comprarlo don Santiago.

- ¿Santiago??? ¡Ni dios permita!!! Siempre compra esos gustos que ni él puede comer. En julio terminamos tirando el medio kilo de crema moka que había comprado para la Navidad del 2006. Dejá que también lo compro yo.

- Anda con plata, don Artu...

- ¿Y en qué querés que la gaste, nena? No fumo, no bebo, no ando con mujeres...

- Pero en este barrio hay muchachos muy lindos...

- ... que cobran más de lo que yo podría pagar!!! ¿O te pensás que andarían conmigo tan solo por amor?

- Ay, don Artu, era solo un chiste. No se lo tome tan a la tremenda.

- Ya sé, nena. Era un decir... yo en lo único que gasto plata es en pilchas.

- ¿Y qué se va a poner para la fiesta?

- Me compré una camisa de hilo rosa viejo divina, que me combina con el pantalón blanco, ese recto que me queda tan bien. Me faltaría comprarme unas sandalias nuevas. Con estos calores ni soñando me pongo zapatos... Y en la cabeza me voy a poner un turbante maravilloso que me trajeron de Marruecos las hijas de Anselmo...

- Ahhhh, usté tan elegante y yo que voy a parecer una piquetera, toda chivada al lado del horno!!!!

- Pero mi amor, las jovencitas lindas como vos siempre están espléndidas. Solo las viejas acabadas como yo necesitamos producirnos para no asustar...

Y esa es una dura verdad que a cualquiera pone triste.. ¿no es cierto?

4 Comentarios:

Garfio dijo...

Bueno, en primer lugar, le deseo un feliz año.

En otro orden de cosas, no se ponga usted así. Mire, tengo un amigo, ya jubilado, que dice que el no es viejo, que lo que ocurre es que tiene mucha juventud acumulada. Tómese usted algo de esa idea. Por otra parte, el colesterol también hace estragos en gente más joven que usted (¡snif!), de modo que siéntase acompañado en algo más que en el sentimiento. Ánimo Don Arturo, que vamos a por el 2008. Sea feliz.

Gustavo dijo...

Me muero por ver la foto suya, de turbante y camisa rosa viejo.

Le mando un beso y un abrazo y muchos deseos de felicidad.

gustavo dijo...

Hola Don Arturo, aunque ya siento que te conozco tanto que preferiría llamrte Arturo, a secas si me lo permites.
Todo lo que escribes es genial, sería buena idea que sacaras un libro. Crónicas de DOn Arturo, y relataras todas esas maravillosas vivencias!! yo lo compraría con gusto.

Me uno al comentario del tocayo, ya quisiera ver esas fotos con el turbante y la camisa rosa! sencillamente regio!!

Un fuerte abrazo arturo, ojalá pueda conocerte en persona algún día!

Anónimo dijo...

Espero que todos los buenos propósitos del año se cumplan. Y me encanta la nueva imagen del blog. ¡Un abrazo!