martes, 28 de agosto de 2007

Un Oso "machomenos"

Como toda loca, mi espíritu es (en esencia) provocador y esa mañana me había levantado con necesidad de manifertarlo. Por eso comenté durante el desayuno la noticia aquella del oso transexual.

Parece ser que en el zoológico de no sé dónde tenían un oso panda al que siempre creyeron muy machito. Pero hete aquí que una buena mañana, el cuidador del zoológico sorprende al susodicho plantígrado siendo sodomizado por otro macho de la misma especie. El hombre, guiado por los preceptos morales de una sociedad heterosexista, se tapó los ojos y salió del lugar horrorizado. Tanto así que ni siquiera osó mencionar el episodio. Ni ante sus propios compañeros ni ante sus superiores. Puedo imaginar que, de ahí en más, el tipo tomó la costumbre de toser, o golpear las manos, o advertir su presencia en forma potente y audible, antes de ingresar a la jaula de los pandas. Medidas totalmente atrabiliarias, dada la misérrima catadura moral de los osos.

- ¡Naaaaa! Ya está imventando, don Artu. A usté no se lo puede tomar en serio -protestó doña Jovita, que se habúa quedado a escuchar la historia, aunque se le hiciera tarde para llevar a Fede y a Lucas, sus dos nietitos postizos, al colegio.

- ¿Cómo me dice eso? -repliqué- Si lo leí ayer mismo en Internet.

- Entonces ¿cómo es que ni Santo Biasati, ni Guillermito Andino ni Jacobson lo pasaron por la tele?

- No estuvo atenta a los noticieros, Sofía -contesté- La noticia apareció ayer en la edición del mediodía. En el Canal 11. Se ve que se habrá quedado dormida...

¡Mentira! Pero fue divertido verla a la vieja bajar la mirada compungida. Porque para ella los noticieron son algo serio y siente culpa por dejarse vencer a veces por la modorra.

- No importa, Sofía -intervino doña Paca- Hay muchas noticias importantes que no aparecen en los noticieros. Ahora dejá que Arturo siga con la historia.

-¡Estoy de acuerdo con la compañera! -apoyó don Santiago- Don Arturo habló de un oso transexual y hasta ahora lo único que tenemos es un panda comilón.

Carcajada general.


Continué.

La cuestión fue que, a medida que pasaba el tiempo, el "osito cariñoso" iba engordando y engordando. El cuidador juraba que no había habido cambios en la dieta alimentaria del animal y nadie podía explicarse el fenómeno tan extraño. Hasta que un día el director del zoológico...

- ¿Cómo UN oso homosexual? -interrumpió doña Catalina, que suele ser un poco lerda para entender las cosas pero en algunos casos (como este) deja escapar una acotación interesante- Si el osito estaba siendo sodomizado por OTRO oso, entonces tenemos DOS osos homosexuales...

Dos o tres segundos de profundo silencio para que alguna de las cabezas presentes encontrara las palabras adecuadas para rebatir el bien fundado criterio de doña Cata.

- Pero ¿qué dice? -protestó casi con furia don Francisco- ¡El otro era macho! ¿O no entendió que se lo estaba clavando al oso trolo?

Otros dos o tres segundos de profundo (¡pero profundo!) silencio hasta que doña Paca retomó la palabra.

- ¿Así que para usté el único gay es el que hace las veces de pasivo? ¿No es gay el que requiere los servicios de una travesti, por ejemplo?

Salvo yo, nadie se percató de que a Anselmo se le subían los colores a la cara. Jijijijiji. Me rogaba con la mirada que no contara nada de "lo nuestro".

-¡Qué gay ni que gay! -vociferó don Santiago en tono de burla- En mis tiempos no había ningún gay. El que se comía la masita era maricón, puto, manfloro, comilón, tragasable, butifarra... ¡pero ningún gay! ja ja ja ja.

- No digas así, che Santiago, que el Arturo te va a sacar los ojos con las uñas.

¡A ella le hubiera arrancado los ojos con muchísima alegría! ¡A doña Leo! Pero me limité a hacerle una burla fugaz con la lengua, le levanté el dedo mayor y me acomodé el saquito rosa que me acababa de tejer con mis propias manos. Para que se muriera de envidia. Sus clases de tejido van de mal en peor.


Anselmo estaba a mi izquierda, fingiéndose ajeno a la conversación. A su lado, doña Carmen miraba a su amigota guaraní con su típica sonrisita idiota. Se salía de la vaina por hacer un comentario ocurrente, pero la naturaleza no la bendijo especialmente con un cerebro despierto. A mi derecha estaba don Benito (o su fantasma)atento a todo lo que se decía y sin decir palabra. El ceño fruncido como siempre. Más allá estaba don Francisco, doña Paca y, en el extremo de la mesa, el jocoso Santiago. Frente a mí, el lugar que doña Jovita acababa de dejar vacante; doña Sofía que seguía preguntándose cómo había podido perderse la noticia en el noticiero del 11; doña Cata preguntándole con la mirada a don Francisco el motivo de su malhumor y doña Nacha y doña Lucía, cada una en su cosmos, totalmente deslindadas de la discusión.

- ¿Puedo seguir con mi relato? -pregunté levantando y aflautando la voz más de lo acostumbrado (truco que me enseñó Margarita Xirgú allá por los veinte, para captar la atención de todos).

Decía que, un buen día, el director del zoológico ordenó que al pandita se le hiciera un chequeo exhaustivo para descubrir las razones de su obesidad.

- Aparte de trolo, mantecoso el oso -se rió don Santiago, tentadísimo con sus propias ocurrencias.

- Shhhhhhh!!!!!! -se despertó doña Nacha (que al parecer no estaba tan ausente) y le pegó con una servilleta.


Yo proseguí.

Le hicieron el chequeo al oso y ¿qué descubren? (Salvo don Santiago, que seguía riéndose por lo bajo, todos los demás se quedaron espectantes) ¡Descubren que el animal estaba preñado y a punto de dar a luz!

- Ja ja ja ja ja... ¡Le llenaron la canasta al oso maraca! -se carcajeó don Santiago y luego lo siguieron todos los demás, menos doña Paca (poco sensible al humor chabacano), doña Lucía (que seguía inmersa en sus abstracciones) y don Benito (que nunca se ríe y nos miraba a todos con... yo diría que con odio).

El oso era un caso raro: había desarrollado un pequeño pene inservible y un escroto con testículos atrofiados que confundieron a los veterinarios y nadie vio que tenía además...

- ... ¡flor de ovarios pa' bancarse la matraca del otro oso, ja ja ja ja ja! -vociferó don Santiago, imparable, que ya hacía una fiesta por cualquier idiotez que él mismo decía.

Doña Paca lo miraba casi con desprecio.

- Pero aquí tenemos un error de concepto. -acotó mi hemipléjica amiga con su dificultosa dicción- Vos hablaste de un oso transexual pero en realidad se trata de un oso INTERSEXUAL.

- Tal vez un caso de hiperplasia suprarrenal congénita. -contribuyó Ana María, la enfermera buena onda, que había estado escuchando desde la cocina- Estudié algo de genética en la academia de la Cruz Roja y el tema me parece interesantísimo.

Doña Leonor estaba perpleja. Murmuraba "hiper... renal... ¿venérea?" mientras miraba nerviosa hacia todos lados, abriendo los ojos con desesperación, como si esperara que alguno saltara y le dijera que todo aquello era una joda para Tinelli.

- ¿Alguno vio la última película de Ricardo Darín? -preguntó Anita. ¡Chan! Tercer silencio profundo: esto es un geriátrico y la mayoría de los viejos no tiene permiso o posibilidades motrices para salir- Es la historia de una nena que nació con los dos sexos. Podríamos conseguir el DVD y verla todos juntos.

Los viejos vitorearon la idea. No tenían idea de qué tal era la peli pero la sola idea de hacer algo diferente los entusiasmaba.

- Se llama "XXY" ¿no? -preguntó Para, retóricamente por supuesto.

- ¡Ni te pensés, che Anita, que voy a ver una película "pornotrágica"! -se terminó de espantar doña Leonor, casi al límite de la histeria.

"Pornográfica", vieja bruta... Pero esas son las triple equis.

- ¿Y quién la puede conseguir? -preguntó alguien.

Nuevo silencio profundo (cri-cri).

Entonces, como era previsible, el hilarante don Santiago se pasó de la raya y despertó al monstruo dormido.

- ¿Por qué no le preguntamos al hijo de don Beni? Él debe estar al tanto de estas degeneraciones...

El viejo santurrón, que se había mantenido en el molde hasta ese momento, se transformó en un camaleón demoníaco: primero se puso blanco como el papel; después se puso verde; de ahí pasó al rojo más encarnizado y al final su rostro se tornó morado, justo cuando la ira le impidió continuar callado. Con los ojos inyectados de sangre y apretando los dientes, dijo en voz queda pero amenazante:

- Ustedes son cómplices de la obra del demonio. Festejan la existencia de criaturas aberrntes. -curiosamente al decir esto me miró fijamente a mí- Toleran el pecado y la maldad. Denigran el privilegio que Dios les ha brindado al considerarlos Sus hijos...

Y ahí levantó una mano, me volvió a mirar con ácido desprecio y me apuntó como quien lanza una maldición gitana:

- ¡Todos ustedes son engendros de Satán!

Esta vez, nada de silencio. El chascarro surgió al instante.

- Entonce menudo pata 'e lana se buscó su jermu para meterle los cuernos, ja ja ja ja.

Don Santiago ya estaba descontrolado y todos tuvimos la impresión de podría haber muertos en la contienda: ya se sabe que la hipertensión es traicionera. Pero afortunadamente don Benito se iluminó y pudo aplacar sus deseos apocalípticos.

- ¡Ríanse! ¡Ríanse! Ya van a arder TODOS en el infierno.

Y TODOS nos quedamos callados. No se olía ni el "volido" de una mosca. Solo doña Paca parecía no estar preocupada. Miró al santurrón, luego al payaso peronista, después a mí y continuó con la charla como si nada hubiera sucedido.

- Yo la quiero ver...

Don Francisco estuvo de acuerdo pero...

- Al final... -dijo- ¿el oso era o no era puto?

12 Comentarios:

Don Arturo de Quilpue dijo...

Agradezco al Huije que me ayudó a encontrarle un nuevo look al blog. ¡Este sí que me gusta!

El Señor de las Anecdotas (pero sin elfos) dijo...

que carajo!!! llevo dias intentando ver como cambiarle la forma al mio...
me gusta. queda mejor que el anterior.

Violeta z dijo...

Muy buen look... me dì cuenta apenas entrè esta vez... Y el papagayo colorinche del cursor... genial!

Con una anècdota instalaste la discusiòn en varios frentes. El de los pre-juicios respecto a los roles: pasivo- activo, la posibilidad de relaciones homosexuales en el reino animal, lo que alejarìa los supuestos de una perversiòn, como muchos aùn sostienen, la posibilidad de "intersexualidad" (jaja, me dio risa aquèllo) y la posibilidad de un "macho" de ejercer el rol materno.

Debo decir que estas conversaciones, en estos tonos son interesantes para deconstruir supuestos instalados. Por mucho tiempo yo funcionè con aquèllo de pasivo activo. Desde el heterocentrismo, tendemos a homologar las relaciones y a sentir que en las parejas hay un hombre y una mujer, al menos en tèrminos de rol... Hasta que cuestionè que mi lectura del tema tiene que ver con mi forma de ver las cosas...

Y tanto màs que decir... pero no le quiero dar lata, don Arturo...

Que tengas un buen fin de semana...

saludos!
Desde el laberìntico Valpo, que ya comienza a ver el sol...

Violeta

Don Arturo de Quilpue dijo...

Diosito: Vio que lindo que me quedó? Estoy rechocho. Pruebe buscando plantillas en FinalSence.com. Hay muchas muy lindas y dice el Huije que son fáciles de adaptar al gusto de cada cual. (Yo no sé).

Violetita Chilensis: Si tenís más que decir, pues dígalo nomás. Pa' eso mismo está el blog. Para dar lata y más lata.

Luli dijo...

Un cuento fantastico, en un blog estupendo, la música maravillosa...

Genial

Besos

Яaƒ dijo...

Y como siempre que lo leo, me he divertido en grande!

Por no mencionar que ya me aprendí nuevas palabras: manfloro, comilón, tragasable, butifarra... que por acá se usan otras...

En fin, que cosas con los animalitos de Dios...

Por cierto, muy chévere que quedó su espacio... Me encantó el cursor!

Vale, pues un gusto pasar
Saludos!

El Señor de las Anecdotas (pero sin elfos) dijo...

si. ya estoy mirando. pero facil no se...

por el momento re cuento que estoy estrenando blog.
Si quieren pasarse... Se agradece. Si no quieren, que se les quemen las papas fritas!!!!

Anecdotario Urbano

Lanark dijo...

Ah, por fin encuentro algo bueno siguiendo enlaces al azar. ¡qué buena historia! Buenas ilustraciones, además. Por más que sean prestadas de otro sitio, tiene su mérito haberlas buscado.

Supongo que también me consumiré en el fuego del infierno por haberme reído tanto. Sigan, por favor, dando lata y más lata.

Rafael Valladares de la Santa Cruz dijo...

Ah, jajaja, me cuesta creer que este relato sea verdad, está muy bueno. Desde luego que una conversación tan particular tuvo que haber sido estupenda. Saludos

Gustavo dijo...

Siempre digo lo mismo: si hay un lugar divertido en Buenos Aires, ese es su geriátrico.
Con respecto al cuento, de osos no sabía pero de perros, hay muchos que se la comen.
Comérsela o no es una cuestión de gustos me parece y no algo que deba manejarse como un estigma.

Le mando un beso, como siempre.

MM dijo...

Artur: interesante blog (y muy bueno de lo Inti Illimani)

Gracias por sus conceptos en el mío. Volví, no espere nada, pero allí estoy.

Arcángel Mirón dijo...

Los pandas siempre fueron las locas de la comunidad osera.